La última del portugués es decir que se quiere ir a jugar al Barcelona, sin lugar a dudas es toda una declaración de intenciones clara y directa que ha dinamitado cualquier esperanza de solucionar las cosas.

Llegados a este punto, en el club, incluido Gil Marín que fue quien insistió en su fichaje tienen claro que el delantero luso debe irse.

¿Por qué Joao se ha metido en este lío? ¿Por qué la torpeza de mencionar al Barcelona a sabiendas de todos los problemas económicos por los que está pasando el club culé? Nadie lo entiende y tiene toda la pinta de que el joven talento colchonero ha hablado sin consensuar nada con su representante, Jorge Mendes.

Joao Félix ha puesto de acuerdo a club y afición: se debe marchar cuanto antes pero recuperando parte de la inversión que pagó el Atco. de Madrid, unos 120 kilos.