Podría ser un detalle sin importancia pero como tantos otros durante la pandemia no lo es. Cesc es uno de los integrantes de la generación que le dio a España dos Eurocopas y un Mundial con la selección nacional.

Ahora, tras su paso por la liga española y la Premier juega en el Mónaco adonde llegó de la mano de su amigo Henry, que entonces era el entrenador. En Francia la liga se ha suspendido, Cesc lleva dos meses entrenando, como tantos otros jugadores en su casa, pero ante la suspensión de la liga y cierta apertura en el confinamiento pidió poder entrenar en la ciudad deportiva del Mónaco y se ha encontrado el no por respuesta.

Las instalaciones están siendo desinfectadas y a Cesc le han dicho que no se pueden utilizar, ni ahora, ni en un plazo más o menos largo. Total que calcula que por lo menos va a estar 4 meses sin pisar un campo de juego y sin ponerse unas botas de fútbol, algo impensable en cualquier otro momento según el propio jugador ha confesado.

Cesc es uno de los dos jugadores del Mónaco que se ha quedado en el principado junto a su extensa familia, tiene tres niños más los dos de su actual pareja sentimental, la libanesa Daniella Semaan. Su idea es seguir en Mónaco, con el club tiene dos años más de contrato, pero también durante este periodo vacacional hasta que le permitan acudir a algún lugar en el mundo, si el Covid lo permite.

Por cierto, que cuando deje el fútbol su idea es seguir vinculado al deporte al día siguiente, por lo que piensa inscribirse en el curso de entrenadores. El pasado 4 de mayo cumplió 33 años. Hay Cesc para rato…